En el momento en que nos encontramos, sacudidos por la tan traída y llevada “crisis”, una generación de abuelos está realizando una tarea de gran ayuda para la conciliación de la vida familiar y laboral de sus hijos.
Las estadísticas hablan por sí solas. Uno de cada cuatro mayores (24,9%) asume el cuidado de los nietos mientras los padres trabajan, el 43,3% de las personas mayores que cuida a sus nietos lo hace todos los días y una de cada tres (30,9%) varias veces a la semana.
Nos preguntaremos, ¿qué tienen de especial los abuelos?
Desde siempre los abuelos han formado parte del proceso de educar, aportando sus propias experiencias y conocimientos. Además, es un hecho innegable la importancia de los abuelos en el proceso de socialización de los nietos. Por regla general, los nietos admiran a sus abuelos, copiando de ellos valores y actitudes ante la vida. El vínculo abuelos-nietos representa una alianza fiable, una relación que ayuda y potencia la autoestima de los niños.
Ser abuelos significa tener la oportunidad de vivir entre dos generaciones. Compartir la vida con los nietos hace sentirse “útiles y vivos” a los abuelos. Una experiencia que permite vivir la paternidad de una forma más relajada, sin tantas exigencias y con una mayor libertad.
No hay que negar que en ocasiones se planteen conflictos entre padres y abuelos por la educación de los niños. En ocasiones, cuando los padres son muy permisivos los abuelos necesitan establecer unas normas propias, porque el establecer límites no es un castigo, sino una manera de ordenar la conducta en la dirección que los padres creen mejor. Quizá para los abuelos está más permitido mimar y gratificar a los pequeños sin remordimientos. Pero los mimos son compatibles con los límites.
La educación no es algo sencillo. Educar es un proyecto y una inversión a largo plazo. La relación abuelos-nietos tiene el gran valor de una relación intergeneracional sin igual. Por ello, una manera de comunicarse con los pequeños, estrechando los vínculos afectivos y manteniendo tradiciones, es participar en sus juegos. Otra forma de educar, entretenida y amena es a partir de la lectura de cuentos y libros, pues les facilita una mayor agilidad mental, aumenta su cultura, mejora su vocabulario y la capacidad de comprender y asimilar conceptos nuevos. Los niños deben ver a los adultos leer con frecuencia, usando libros y disfrutando de la lectura. Todos los días deben reservar un tiempo para leer. La lectura no debe ser una obligación.
Es importante que la sociedad actual sepa aprovechar la sabiduría y experiencia de los abuelos que son, en una alta proporción personas dinámicas, independientes, con inquietudes. Quizá nos parezca una utopía, pero a los chicos les gusta reclamar la colaboración de los abuelos.
Desde Vivefeliz os invitamos a recompensar con cariño a esos “abuelos canguros” que contribuyen muy activamente al cuidado y socialización de los niños.
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entrañable
Es algo maravilloso. Mi hija tiene unos abuelos geniales, cariñoso y sin duda son un ejemplo que seguirá y cuyo recuerdo perdurará de por vida. Bravo por el artículo
El recuerdo de los abuelos persiste toda la vida, en nuestra menta y en nuestro corazón.
Los abuelos son el mejor legado para nuestros hijos que nos dejan nuestros padres
Adoro a los mayores
Los abuelos representan una gran alegría en nuestras vidas.
Son imprescindibles para una infancia feliz.
¡Un 10 para los abuelos !
Los abuelos son lo mejor de este mundo.