Sorprendente poema de Alberto Cortéz. Ese poeta y cantante argentino nos narra como el vino transforma al hombre, hace aflorar sentimientos, impulsa a decir lo que siempre se calla, y a sacar del interior lo que por cinismo, normas o cánones nos empeñamos en resguardar.
Una vez más recordemos esa famosa frase: «El que al mundo vino y no tomó vino ¿para qué vino?.
Qué manera más hermosa de darle cuerpo y vida, al auténtico licor que estremece el alma, ¡bendito vino! ¡licor del alma! .
¡¡Realmente un verdadero artista!! Éxtasis de interpretación.