Tal y como dan todas las previsiones, tenemos ante nosotros un fin de semana frío en toda España. ¡¡Qué mejor que deleitarnos con un buen chocolate con churros!!.
Una de las viejas tradiciones de Madrid consiste en olvidarse por unos minutos de las tan temidas calorías y lanzarse a saborear un sabroso chocolate, espesito, con churros. Es una de las experiencias que no hay que perderse, tanto si vives en la capital de España como si eres turista y visitas Madrid.
Los churros se toman en el desayuno, en la merienda o al final de una prolongada salida nocturna. Forman además parte esencial de las verbenas y fiestas en las que se venden en puestos ambulantes.
Los churros son una masa hecha sólo a base de harina, agua y sal, que se introduce en un aparato semejante a un émbolo, del que sale por presión manual en forma de pequeño cilindro estriado para ir a caer en forma de lazo en un gran recipiente con aceite hirviendo. Una variedad de churros son las porras, rectas y un poco más gruesas. Soy también muy sabrosas, pero conviene comerlas calientes, pues al enfriar se vuelven algo correosas.
Aunque el cacao se conoce desde el siglo XVI cuando fue traído por los conquistadores, la costumbre de tomar chocolate no se ha generalizado hasta varios siglos después. El chocolate que sirven en las buenas chocolaterías madrileñas, se elabora con pastillas de chocolate puro, diluidas en leche con harina de maíz y azúcar.
Tras un día de visitas por Madrid, tal vez te tiente entrar en una chocolatería (te recomendamos Los Artesanos 1902, en plena calle Arenal) donde habrá gente merendando esos churros con chocolate que hacen las delicias de pequeños y no tan pequeños. Es un modo excelente de recuperar energía.
Pero el momento más típico de consumo de churros es entre las cuatro y las seis de la madrugada. Por extraño que parezca, a estas horas las chocolaterías acogen a los noctámbulos hambrientos.
El chocolate con churros es una tradición que no parece que vaya a desaparecer. De hecho, ha entrado con buen pie en el siglo XXI. Desde Vivefeliz te recomendamos te des, de vez en cuando, ese dulce capricho. ¡Te lo mereces!
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