A pesar de que son productos económicos, las legumbres no ocupan el lugar que deberían en nuestra dieta. Alimentos consumidos desde la antigüedad deben seguir ocupando el lugar que merecen en nuestra cocina por su aporte nutricional: proteínas, hidratos de carbono y fibra.
Las legumbres son alimentos con una alta densidad de nutrientes, que aportan unas 350 calorías por cada 100 gramos, recomendando ingerir entre tres y cuatro raciones a la semana (una ración se corresponde con 60-80 gramos de alimento crudo para un adulto sano).
Conviene recordar que son la principal fuente de proteína vegetal de buena calidad. También poseen un contenido elevado en hidratos de carbono de digestión lenta, lo que las convierte en alimentos de bajo índice glucémico que “liberan glucosa en sangre paulatinamente y evitan que aumenten los picos de glucemia”.
La fibra es otro de sus componentes principales, sobre todo la fibra soluble que se digiere a nivel del colon por la flora bacteriana, por lo que su consumo tiene efectos beneficiosos para nuestro organismo. En lo que se refiere a minerales destacan: magnesio, potasio, calcio, fósforo, hierro y zinc. También resulta interesante su contenido en vitaminas B1, B3, B6 y ácido fólico (sobre todo, los garbanzos).
Así que, sin dudarlo, ¡¡¡¡a consumir legumbres!!!.
dieta mediterranea