Beget (Girona) es uno de los pueblos más bonitos de Cataluña. Un pueblo muy pequeño y de acceso complicado, aunque recomendado para una escapada y un plan perfecto para pasar un fin de semana.
Su principal encanto es que se ha mantenido relativamente virgen, conservando el aspecto rural que debía tener antaño. De ello dan prueba los dos puentes medievales muy coquetos que cruzan el río en diferentes puntos y la mayoría de casas y calles con la piedra como absoluta protagonista.
Beget tiene sus orígenes en plena Edad Media y durante siglos la vida giró en torno a la Iglesia de Sant Cristòfol de Beget (s.X-XIII), que aún hoy en día es su principal icono. En su máximo apogeo (finales del s.XIX), Beget llegó a tener más de 1.300 habitantes, una cifra impactante teniendo en cuenta que hoy están censadas poco más de 20 personas.
Los fines de semana no faltan turistas, pues más allá de la iglesia y las calles empedradas, el otro gran encanto de Beget es su entorno. El pueblo, de hecho, es muy conocido por senderistas y amantes del ciclismo de montaña, que empiezan en él sus rutas o pasan por allí durante sus travesías por los valles.