No deja de resultar curioso, ahora que las tecnologías han avanzado tanto, pensar cómo sería nuestro momento actual si tuviéramos que depender para nuestros trabajos de las máquinas de escribir.
Al igual que otros muchos inventos, la máquina de escribir no tiene un solo inventor. La primera máquina rudimentaria se puso a la venta en 1865, dando así paso a máquinas más modernas. La primera máquina la comercializó la firma Remington y no fue hasta 1895 cuando en las máquinas de escribir se podía ver lo que uno escribía.
En las primeras máquinas de escribir, el alfabeto tenía un diseño recto de la A a la Z de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo, hasta que Christopher Sholes, quien la llamó Typewriter, redistribuyó las teclas que más se utilizan lejos unas de otras para evitar que se trabaran. El retorno del carro hacía subir el papel hasta la siguiente línea
Constituyó uno de los instrumentos más útiles e indispensables en la oficina moderna del siglo XX, hasta que avanzado el siglo XX fueron evolucionando, hasta la máquina de escribir eléctrica con memoria artificial. La aparición de la fotocopiadora, el grabador, el fax, el ordenador, fueron simplificando y acelerando cada vez más este tipo de tareas.
Creemos, sin duda, que la aparición de la máquina de escribir contribuyó a hacer más fácil todos los documentos que eran realizados en forma manuscrita. En nuestra mente aún conservamos recuerdos de máquinas que formaron parte de nuestra vida y que hoy se nos antojan verdaderas obras de arte.
El vídeo que os ofrecemos nos acerca un poquito más a la evolución de este invento fantástico.
nos deja unos recuerdos maravillosos
Realmente siento nostalgia pero me alegro de haber evolucionado.
Sí señor. ¡ Qué nostalgia!