La alocasia es una curiosa planta de interior, originaria de las selvas del sudeste asiático, concretamente de Borneo, muy compacta y su mayor atractivo es, sin duda, su follaje, que recuerda las orejas del elefante.
En nuestro país en una planta eminentemente ornamental, por poseer un diseño sorprendente y muy llamativo. Su tallo puede alcanzar los 5 m. de altura. No le gusta el pleno sol, pero soporta perfectamente las condiciones que encuentra como planta de interior, adaptándose al calor de las calefacciones en invierno. Precisa de un riego frecuente, dejando secar ligeramente la superficie entre riego y riego para que no se pudra el rizoma. Por lo tanto riego abundante en verano y escaso en invierno.
Multiplicación
Toma un trozo de tallo subterráneo que lleve al menos 1 yema; déjalo unos días para que seque la herida y plántalo horizontalmente a una profundidad de 15 cm. También se puede propagar la Alocasia por semillas o separando los hijuelos que salen de la base.
Como cosa curiosa os diremos que en India se la considera capaz de atraer la serenidad, armonía y la felicidad al hogar, por lo que se coloca en una esquina de la habitación para que su efecto benéfico rebote en las paredes y envuelva así a quienes habitan la estancia. La Alocasia macrorrhiza es usada para alimentación en algunas partes de Asia. De hecho, los rizomas(tallos subterráneos) son comestibles y las hojas se toman como verdura, (la hoja más tierna que permanece enrollada). Y, por si fuera poco, de esas hojas también se puede extraer látex.
Aunque representa un trocito de selva tropical dentro del hogar, debemos tener en cuenta que es una planta tóxica para hombres y animales.
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deberia haber en todas las casas
Es una planta muy bonita y resistente.
Qué buena idea de vivefeliz.