Bajo el lema “La revista más audaz para el lector más inteligente” apareció en España una revista de humor gráfico (1941-1978) con el nombre de “La Codorniz”.
La Codorniz fue fundada en 1941 por Miguel Mihura, sucediéndole después en 1944 el escritor Álvaro de La Iglesia quien le daría el toque personal que caracterizaría a la revista. Posteriormente paso por las manos de directores como Manuel Summers o Cándido.
Se trataba de una revista viva e inquieta, marcada por toda suerte de atrevimientos y desafíos a la censura, persecuciones sin cuento y anécdotas variopintas, aunque, eso sí, dispuesta siempre a sorprender al lector con su creatividad. Revelaba al lector curioso las reacciones de la sociedad española de aquella época ante la política, la moda, las actitudes de la juventud y los primeros síntomas del desarrollo.
La evolución de La Cordorniz corrió paralela a la evolución misma de la España en desarrollo, sin abandonar nunca la osadía que les llevó a sufrir sanciones y cierre de ediciones al publicar cosas como esta: “ Almohadín es almohadón, lo que cojín es a X, nos importa tres X que nos cierren la edición”. Se buscaba la ruptura de los esquemas lógicos, de las frases hechas y de cualquier convencionalismo verbal.
Las interminables firmas que pasaron por La Codorniz, entre otros, Máximo, Serafín, Forges, Mingote, Gila, Chummy Chumez …. han dejado patente que estaban dotados de un talento fuera de lo normal por sus invenciones ingeniosas y poéticas. Con cualquier texto o historia gráfica conseguían arrancar una sonrisa cómplice. Un humor que pretendía buscar la implicación del lector.
Como dijo Miguel Mihura:
“El humor es verle la trampa a todo, darse cuenta de por dónde cojean las cosas, comprender que todo tiene un revés, que todas las cosas pueden ser de otra manera, sin querer por ello que dejen de ser tal como son, porque esto es pecado y pedantería. El humorismo es lo más limpio de intenciones, el juego más inofensivo, lo mejor para pasar las tardes. Es como un sueño inverosímil que al fin se ve realizado”.
A poco de aprobarse la Constitución, La Codorniz “se despide” el 11 diciembre 1978, tras treinta y siete años de “su puesta en escena” y 1.898 números editados.
Revistas como “La Cordorniz” nos ayudarían a sobrellevar con más humor la actual depresión económica. ¿Te acuerdas de esta revista? ¡Comparte tu opinión con nosotros!
Maravillosa revista. No se ha vuelto a hacer nada igual. Había muchos talentos que hoy ya no están.