La lechuga además de querida es, sin duda, la reina de las ensaladas, porque hasta los más importantes cocineros le han sabido dar el protagonismo que se merece.
La verdura de hoja más consumida en el mundo suele resultar bastante aburrida por sí sola, pero basta con un buen aliño o como mucho algo de cebolleta para coronarla como reina de la mesa.
Egipcios y griegos le atribuían propiedades medicinales y los romanos la tomaban antes de acostarse por sus efectos relajantes.
La variedad más habitual es la romana y la más insípida la iceberg. En los últimos tiempos se han puesto de moda “el mézclum”, bolsas con hojas de diferentes tipos de lechuga, que los malos cocineros utilizan para insípidas ensaladas.
Mención especial para los cogollos, lechugas romanas enanas. Destacan los de Tudela, más grandes. Es habitual encontrarlas en los restaurantes de España con ventresca de bonito o con anchoas. En Murcia aliñan los cogollos de sus huertas con aceite, vinagre y pimienta negra molida y los llaman “perdices”
En los bares de Bilbao protagonizan un sencillo pincho popular: el grillo, que consiste en lechuga, sal, patata cocida, cebolla, sal y aceite.
En definitiva una excelente acompañante que nunca nos defraudará.
exquisita y saludable