Es otoño y. por tanto, momento de “ir a la gueta”, que no es ni más ni menos que la recolección de la castaña, que se presenta ante nuestros ojos y manos con esos “oricios” tan característicos.
Parafraseando el dicho tan popular que dice que “les neñes y les manzanes tien que ser asturianes”, podemos hacer un juego y decir, sin faltar a la verdad, que “les neñes y les castañes tien que ser también asturianes”. Sobre todo por la calidad, cantidad y variedad de castañas que hay en los bosques de Asturias, por la importancia que este fruto ha tenido a la largo del tiempo en la alimentación doméstica y animal, y por la cultura que comporta todo el ciclo vital de este fruto.
Y después de la “gueta” viene el «amagüestu” o “magüestu” o “amagosto”, que no es otra cosa que un asado festivo y comunitario, para consumir frescas las castañas, acompañadas de la sincrónica y de temporada sidra dulce o del duernu. Fiesta, música, canciones, cortejo, comedia y alegría. Es el punto luminoso de un otoño, en el que las sombras ponen su contrapunto de misterio.
Como buenos asturianos, el equipo de vivefeliz, no ha podido por menos de recordaros, en esta ocasión, una de las excelencias de nuestra tierra: la castaña, siempre bajo el lema:“ Puxe Asturies”.