Mérida (Badajoz) puede presumir de tener un acueducto que tiene nada más y nada menos que dos mil años de antigüedad, y una altura de 792 metros y ¡ahí sigue, en pie todavía!.
Antaño suministraba el agua en el lado oeste de Mérida, que era captada en el embalse de Proserpina. En su día se levantó excavando en la roca viva, lo que tiene mérito para la ingeniería de aquellos tiempos. En la actualidad podemos ver unos 73 pilares que se han conservado relativamente bien teniendo en cuenta el paso de los años, ya que data del siglo I d. C., en época Claudia o Flavia.
No es de extrañar que lo impresionante de la construcción, además de su buen estado, haya hecho que los emeritenses lo llamen “El acueducto de Los Milagros”, ya que a pesar del paso de los siglos y las guerras aún sigue estando en pie milagrosamente, como un testigo mudo de la rica historia de la antigua capital de Lusitania.
Merece la pena ir a verlo e imaginar cómo fue construido en aquella época.