Ese es el título que mejor define a Castellfollit de la Roca, ese hermoso pueblo de Girona que forma parte del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrocha y que está asentado en un riscal basáltico de 50 m. de altura enclavada estratégicamente en la confluencia de los ríos Fluviá y Toronell.
La mayoría de las casas de esta población de aproximadamente 1000 habitantes en el que destacan el Barrio Viejo de origen medieval y la Iglesia de San Salvador del siglo XIII están construidas con piedra volcánica. El mismo nombre de Castellfollit procede tal vez de la alta silueta de piedra basáltica en el que se asienta este curioso lugar de características únicas en toda España y visita obligada cuando recorremos esta bella comarca de La Garrotxa Gerundense.
Pertenece al partido jurídico de Olot. Castellfollit de la Roca es uno de los términos más pequeños de España con menos de 1 km2 de superficie. Es el segundo más pequeño de Cataluña y el más pequeño de la provincia de Gerona.
No hay duda de que se trata de un pequeño paraíso ideal para vivir, con un gran potencial turístico que se acrecienta a medida que se hace más popular.
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