Lo usamos para comentar la falta de agudeza visual de una persona, especialmente si su grado de miopía es alto o muy alto. Significa tener muy mala vista, especialmente de lejos.
Su origen es reciente. A principios del siglo XX, en la región de Andalucía, hubo una campaña de detección de problemas de vista. En pocas palabras, se dio a las personas necesitadas la oportunidad de ver bien con un par de gafas. Estas personas eran casi todas analfabetas, no sabían ni leer ni escribir. Por esta razón, los oftalmólogos no podían utilizar las tablillas tradicionales para medir las dioptrías.
¿Qué hacían? Usaban imágenes, dibujos y fotografías que las personas sí sabían interpretar. Una de ellas era la de tres personas montadas en un burro. Si la persona no era capaz de identificar esta imagen a una cierta distancia, el oftalmólogo deducía que la miopía era superior a seis dioptrías.