Se trata de un hotel low-cost que, como su nombre indica, las habitaciones son tuberías aprovechando el espacio con materiales reutilizados, en un entorno arbolado de características fuera de lo común. Sobre un terreno que se encuentra en la periferia de Tepoztlán, -catalogado como pueblo mágico por la Secretaría de Turismo de México-, con excelentes vistas panorámicas de la Sierra del Tepozteco, este extraño hotel mexicano, de 20 habitaciones, es apto para todos los bolsillos. El coste de una habitación va de los 35 a los 65 dólares, por noche.
Os preguntaréis, ¿Son fríos los tubos?. Se trata de tubos térmicos de hormigón reciclado, que mantienen una temperatura muy agradable por el día, y por la noche. Los visitantes disfrutan, en el interior de cada tubo, de una cama confortable, luz, ventilador, ventana de cristal que hace las veces de puerta principal y espacio suficiente para sus pertenencias.
Una escapada de vacaciones distinta, que este hotel ecológico ofrece como un concepto totalmente nuevo para la región.
sorprendente
¡Ya no saben que van a inventar!. Un poco ahogadizo me parece a mí.
Muy original, si encima es barato, pues guay