Un documento de 1712 sobre la delimitación y deslindes del lugar de Puertas Vidiago, en Llanes (Asturias), alude a una roca que destaca en el paisaje, llamada indistintamente Piedra-atuna o Piedra-Tú. Dos siglos más tarde era conocido el lugar como Peña-Tú, piedra en la que se hallaba el dibujo al que los lugareños denominan la “Cabeza del gentil”.
El “ídolo”, de 1,10 metros de alto, es la representación geométrica de un ser antropomorfo; tal vez la idealización de una persona envuelta en un elaborado ropaje, cubierta la cabeza con un amplio tocado a la que remata la sucesión de flecos o penacho.
La roca es conocida desde la antigüedad por los habitantes de los pueblos cercanos si bien no es hasta 1914 cuando se realizan las primeras investigaciones arqueológicas de la roca, destacando desde el primer momento la figura que da nombre al enclave, el Ídolo. Las pinturas están realizadas en color rojizo y representan de forma esquemática figuras humanas, de las que destaca una que lleva una especie de bastón. Diferentes puntos rojos cuya interpretación hoy en día es desconocida. Dentro de este grupo de pinturas muchas de ellas casi desaparecidas o con trazos muy indelebles se halla también la figura de un animal cuadrúpedo.
Si bien las pinturas son de menor importancia debido a su modesta realización, lo que destaca del conjunto es el Ídolo y su puñal.
Un lugar emblemático, que muy pocos conocen, pero que merece tener en cuenta no sólo por el paisaje sino por el conjunto neolítico de pinturas y grabados de Peña-Tú.
Si tenéis ocasión, os sugerimos una visita. No dejará de sorprenderos.