Considerada la fruta más sabrosa del mundo y bautizada como “el rey de las frutas”, no se puede decir lo mismo de su olor. Tan fuerte y pestilente es su olor que está prohibido transportarla en muchos aeropuertos, hoteles y transporte público, a lo largo de todo el sudeste asiático.
Su aspecto externo, es muy peculiar, con una corteza esférica u oval muy gruesa, cubierta de grandes y duras espinas, y de color verde o amarillento según su estado de maduración.
En su interior tiene unas pocas semillas comestibles en cada uno de los cinco compartimentos que posee. Las semillas están recubiertas por una membrana color crema. La pulpa, de color blanquecino, tiene un peculiar sabor muy gustoso y afrutado. El mal olor indica su madurez y la plenitud gustativa de su pulpa.
Es la fruta más apreciada de Malasia, Indonesia, Tailandia, Filipinas y China. El durian tiene un alto contenido en fibra mineral, y además contiene vitaminas A, B, C y gran variedad de minerales.
A pesar de su fama, si tenéis ocasión de visitar algún país asiático, no os perdáis la oportunidad de probar este manjar, aunque para ello tengáis que taparos la nariz.