Consagrado como el símbolo universal de la buena fortuna, el trébol de cuatro hojas, según la tradición, atrae la buena suerte a sus buscadores, especialmente si es encontrado accidentalmente.
Desde el punto de vista místico cada una de las hojas representa los componentes básicos de la felicidad: salud, amor, prosperidad y buena fortuna, aunque según otras leyendas también puede representar a los cuatro puntos cardinales: norte, sur, este y oeste, las cuatro estaciones del año: primavera, verano, otoño e invierno, los cuatro ciclos de la vida, las cuatro fases de la luna o los cuatro elementos de la naturaleza: agua, aire, tierra y fuego, por nombrar alguna de las muchas versiones que circulan.
La tradición señala que si encuentras un trébol de cuatro hojas, deberías llevarlo en tu calzado para que te transfiera su fortuna, mientras otros sostienen que hay que preservarlo oculto entre las hojas de un libro.
Quizá, de la curiosa propiedad meteorológica de sus hojas, que se yerguen para anunciar las tormentas, unida a sus virtudes estimulantes, antiinflamatorias y coagulantes, nacieran las primeras consideraciones mágicas del trébol.
La facilidad con que crece contribuyó también a configurarlo como símbolo de riqueza y prosperidad. Por ello, en la antigua Roma, la estación de las cosechas, el verano, se representaba mediante la imagen de un trébol.
Teniendo en cuenta que existe una posibilidad entre diez mil de encontrar un trébol de cuatro hojas, sentirás más que nunca que la suerte está de tu lado cuando encuentres uno de ellos. Ante semejante porcentaje, puedes optar por piezas de joyería y bisutería, en forma de colgantes, como ya usaban los antiguos egipcios para protegerse de las adversidades.
¡Buena suerte!.
Pues mi abuela siempre los encontraba, era un hacha!! Totalmente cierto, fui afortunada teniéndola cerca, vivan los tréboles de 4 hojas!! Estupendo reportaje, como siempre!