A la belleza de esta ciudad con el encanto de sus calles medievales, hay que unir las murallas de Ston, construidas en el siglo XIV para proteger la producción de las salinas de Ston, puerto de la costa sur de Croacia ubicado en el istmo que une la península de Pelješac con el continente (a unos 60 kilómetros al norte de Dubrovnik).
Es una de las murallas más largas de Europa, con 5,5 kilómetros de recorrido y se pueden recorrer caminando gracias a su buen estado de conservación.
Los muros trepan vertiginosamente (en dos secciones a diferente altura) por la empinada colina que custodia la espalda de Ston y tras llanear la ladera, descienden abruptamente después hasta conectar con la vecina localidad de Mali Ston, al otro lado del cerro.
Un paseo recomendable con unas vistas espectaculares.