Rincón de la Vieja, en Costa Rica, es una zona de densa selva tropical. Una combinación nada usual de actividad geotérmica. Debajo de la superficie, la actividad del volcán que se encuentra a 1,916 metros sobre el nivel del mar, expandiéndose sobre 400 kilómetros cuadrados de terreno, está presente aunque apenas da algunos indicios.
Su formación se debe a la explosión simultánea de varios conos volcánicos, que crecieron y se juntaron en una sola montaña. Se han identificado nueve sitios independientes de actividad volcánica en el tope de la montaña. Uno está activo, los otros lentamente están siendo erosionados por los elementos.
Aguas termales y géiseres de vapor son una característica común en esta zona. Además existen lagos que contienen sulfuro de dióxido, con capas de vapor en constante ebullición. La actividad térmica en el parque aumenta en la época lluviosa por la cantidad de agua que constantemente se calienta y evapora.
Declarado Parque Nacional, tiene tanta sorpresa como atractivo. La actividad volcánica entra por todos los sentidos, ya que te puedes acercar a menos de 2 metros de cualquier fumarola.
Lugar ideal para aquellos que desean un contacto directo con la naturaleza y amantes del treking.