Smoky Mountains. Anclado entre Tennessee y Carolina del Norte, este pedacito de las Apalaches, lugar sagrado para los cherokees, atesora uno de los ecosistemas más diversos de todo América.
Valles eternos de flores, viejas montañas que explotan de color en otoño y cascadas que salpican casi cualquier rincón que alcance la vista componen este tapiz natural, a menudo brumoso. Cuenta, por ejemplo, con alrededor de 1.500 osos y 125 especies diferentes de árboles, más que en todo Europa, razones por la que está declarado Patrimonio de la Humanidad.
En cuyo punto más alto, a 2.025 metros, se alza el increíble mirador de Clingmans Dome. En un día claro, las vistas desde este balcón con forma de espiral alcanzan los 160 kilómetros y siete estados diferentes.
Es el Parque Nacional más visitado de todo Estados Unidos, con más del doble de visitantes que el Gran Cañón.