‘Meter la pata’ es de esas frases hechas, que comúnmente hemos usado y padecido alguna vez.
Resulta curioso que siempre creemos que “la pata” se refiere a la extremidad inferior de un animal. Pero lo que descubrimos es que, en sus orígenes, la expresión era ‘mentar a Pateta’(nombrar al diablo) y no ‘meter la pata’ tal y como la conocemos y decimos actualmente. Desde bien antiguo el término ‘Pateta’ se utilizó para referirse al diablo, tal y como recoge el Diccionario de la RAE. Con el paso del tiempo y debido al boca a boca y popularización en el lenguaje cotidiano, ha cambiado el original ‘mentar’ por ‘meter’ y a ‘Pateta’ por la ya mencionada ‘pata’.
Si hacemos caso a este origen, cuando ‘metemos la pata’ en algo, es decir, cometemos una torpeza inoportuna, ésta no es más que una travesura realizada por el mismo diablo, quien se está inmiscuyendo en nuestros asuntos.
Sea como fuere el origen, lo cierto es que ¿quién no ha “metido la pata” alguna vez”. El vídeo nos muestra algunas formas de torpezas.