El Qi Gong es una disciplina que busca educar el cuerpo, la respiración y la mente, para alcanzar la armonía entre Jing (esencia), Qi y Shen (espíritu), en beneficio de la salud y la longevidad.
El Qi Gong se compone de posturas estáticas, movimientos dinámicos, sonidos, marchas y posturas sentadas. Algunos Qi Gong provienen directamente de la tradición taoísta y otros son de inspiración budistas y otras formas más recientes forman una síntesis de varios estilos tradicionales.
La práctica del Qi Gong consiste en nutrir y hacer circular nuestro Qi. La gran mayoría de Qi Gong responde eficazmente a este objetivo, que es en general suficiente para conseguir una buena salud como lo contemplamos en occidente. Las otras etapas del entrenamiento consiste a una transformación interior que reposa sobre el trabajo interno que se llama Nei Gong, una forma de profundizar en la práctica y desarrollar tus propias virtudes.
Movimiento, respiración y concentración
A través del movimiento, la respiración y la concentración se puede fortalecer y flexibilizar el cuerpo, reforzar el sistema inmunitario, activar la circulación del Qi nutritivo y del Qi defensivo, favorecer una circulación óptima de la sangre, que a su vez va a armonizar el funcionamiento de los órganos y vísceras (Zang Fu), y brindar equilibrio entre lo físico, lo mental y lo espiritual.