Después de su éxito con Faded, Alan Walker, productor y pianista que vive en Noruega desde los dos años pero que también tiene la nacionalidad británica (su padre es inglés y su madre noruega), vuelve a sorprender por su puesta en escena.
El encapuchado siempre reacio a mostrar abiertamente su rostro, es el nuevo número 1 y se ha convertido en la sensación de la música electrónica europea.
¡Distinto sí que es!