Sí, habéis leído bien, Castillo de Aunqueospese, o Manqueospese, pues en muchos escritos de la época se puede encontrar los dos nombres
La inmensa mayoría de los castillos que pueblan España suelen estar relacionados con alguna Leyenda, cierta o no, referente a un hecho histórico acaecido en él. Historias acontecidas de amoríos o traiciones que pasando de generación en generación dan lugar a una mezcla de leyenda y realidad.
Este es el caso del Castillo de Manqueospese donde su leyenda ha llegado a nuestros días y cuyo relato nos recuerda en gran parte a un Romeo y Julieta que les toco vivir en una época convulsa de nuestro pasado y que ha marcado fuertemente el devenir del Castillo.
La leyenda narra la historia de D. Álvar Dávila, señor de Sotalvo, un apuesto capitán que regresaba de pelear en la batalla de las Navas de Tolosa y desfilando victorioso frente al palacio de D. Diego de Zúñiga, noble y palaciego abulense, queda prendado de su hija Dña. Guiomar. D. Álvar pidió licencia para casarse con la condesita, su hija, siendo rechazado y expulsado del palacio, prohibiéndole volver a ver a Dña. Guiomar.
Mientras tanto, en el coto señorial de Sotalvo, sobre las altas rocas, mirando a Ávila, D. Alvar Dávila alzaba en pocos días un blanco castillo colosal como pocos de la zona. Se adivinaban, más que se veían, los dos enamorados; ella desde un torreón donde permanecía cautiva, miraba a la sierra, él en las altas almenas del castillo, descubría a su amada.
Una madrugada partió para la guerra al frente de sus escuadrones serranos. Y en la guerra murió peleando el enamorado Álvar. Un triste final para un amor imposible del que podemos recordar aquellos momentos gracias al Castillo de Ávila con un nombre más que curioso: Manqueospese.
El castillo en nuestros días
En 1931 es declarado Monumento Histórico Artístico, y posteriormente Bien de Interés Cultural. En 1975 es comprado por un particular por 1.200.000 ptas. e inicia unas obras de restauración. Dota al castillo de pisos de madera para, posteriormente, levantar algunos tabiques con bovedillas de cemento y colocar uralitas en los tejados, lo cual es declarado ilegal por la Junta que paraliza las obras hasta el día de hoy.
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Curiosa la leyenda
Cierto, gran historia!! Enhorabuena