Sí, has leído bien, es lo que puede pasarte si decides visitar el bosque de hayas negras más famoso de Irlanda del Norte, conocido como The Dark Hedges. Con más de 300 años de antigüedad sus ramas, en su parte más alta, forman un entramado, a modo de túnel, tan curioso como fantasmagórico.
La familia Stuart plantó esta avenida de hayas en el siglo XVIII, en el Condado de Antrim, con la intención de impresionar a los visitantes que se acercaban a su mansión georgiana, Gracehill House, convertida hoy en un club de golf. Tres siglos después los árboles siguen mostrando su esplendor.
Quizás en algún momento Edgar Allan Poe se inspiró en este camino para crear alguno de sus escalofriantes relatos, que han dado paso a leyendas como la visita al atardecer de una “Mujer Gris” que se deja ver entre los árboles, y que quizá sea un fantasma que juega con las luces y sombras que rodean el bosque, paseando entre los setos oscuros.
Sea como fuere, lo cierto es que ha convertido en un punto de interés para numerosos visitantes.
Da un poquito de pánico