Los japoneses, muy amantes de lo español, han querido reproducir un popurrí hispano con el imprescindible toque que sólo los japoneses saben hacer, sin volar hasta el otro lado del globo. En la ciudad japonesa de Shima, Parque España fue inaugurado a finales de los años noventa y es todo un resumen de arquetipos, tópicos y monumentos turísticos españoles entre los que no faltan Don Quijote, Sancho Panza, Dulcinea, la Puerta del Sol, la Cibeles, la Plaza Mayor, el parque Güell de Barcelona o una reproducción de un pequeño pueblo andaluz. Allí están también el Castillo de Javier (no hay que olvidar que San Francisco Javier fue misionero en Japón), la nao Santa María, los Pirineos o restaurantes bautizados como, Torero, Polvorón, Mi casa, Gallo gallina, Alhambra o Camino de Santiago.
En la ciudad japonesa de Shima se puede incluso celebrar las 12 campanadas de fin de año en una réplica de la Puerta del Sol, eso sí, con la diferencia de que han situado La Cibeles en el Kilómetro “O” de la capital de España.
Estos japoneses son únicos, ya no saben que van a inventar.