Rocamadour, un pueblo francés excavado en la pared de una montaña.
Su aspecto de ensueño es uno de sus muchos atractivos de Rocamadour, un pueblecito francés situado en la provincia de Lot en Midi-Pyrénées a unos 110 km al norte de la ciudad de Montauban.
Sus casas, excavadas en la piedra, ofrecen unas vistas sin igual del entorno y del río Alzou. Los edificios están colgando desde acantilados de hasta 120 metros., tal es el caso de la Iglesia de Notre Dame que se encuentra incrustada en las paredes del acantilado.
Recorrer la ciudad, evidentemente, requiere afrontar decenas de escalones, desde la altura junto al río, hasta las construcciones notables que dominan las vistas del valle (aunque también hay ascensores que hacen más simple el recorrido). Se suceden iglesias históricas, paredes fortificadas y hasta un castillo.
Para llegar a Rocamadour, un sólo camino atraviesa la ciudad, aunque también está conectada por tren a una estación donde hay varios servicios turísticos, y desde la que se puede proseguir caminando hasta llegar a la parte del pueblo de postal (después de recorrer unos 3 kilómetros, que pueden resultar largos en verano, pero el paisaje es encantador). Como excursión, desde Rocamadour es posible organizar un paseo en globo por el valle de Dordoña.
Sólo cuenta con unos 700 habitantes, aunque es visitada al año por más de 1,5 millones de turistas, por su merecida fama de belleza medieval y misticismo.