Esa es la sensación que experimentó Yves Rossy, al ser la primera persona en conseguir el primer récord mundial de vuelo sincronizado con alas a propulsión. El funcionamiento es similar al de un avión: tienen a cada lado dos turbinas a reacción que le proporcionan suficiente potencia como para impulsarse por los aires.
Nacido en Suiza con entrenamiento en pilotaje militar y experiencia en vuelos comerciales, Yves Rossy, necesitó de una velocidad máxima, aproximada de 200 km por hora. El diseño aerodinámico de las alas pesa tan solo 55 kilos y ocupa 2 metros de largo y a 3000 metros de altura para «Volar».
Yves Rossy lleva perfeccionando este sistema desde 2004, cuando creó sus primeras alas comprimidas. Según su página web Yves ya ha volado sobre los Alpes Suizos, el estrecho de Gibraltar, el Canal de la Mancha y el Gran Cañón, entre otros. Asegura habrá más episodios de «Jetman» y es que en «You Tube» su vídeo roza ya las 2 millones de reproducciones.
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Realmente espectacular,.