Las tendencias de la moda femenina para la temporada otoño-invierno recorren algunos caminos ya conocidos y otros por descubrir. Pero la consigna es tajante: adiós a la imagen de una mujer exclusivamente sexy y provocativa, y bienvenida a la mujer más romántica, más sencilla. La silueta femenina para esta vuelta de otoño se confirma como estilizada en términos generales con predominio de prendas que destacan por su fluidez no sólo de sus cortes, sino también de sus tejidos. Se respira a la vez una sencillez elegante y natural, exenta de toda clase de excesos de adornos superfluos.
El negro y el rojo es la combinación clásica, y el contraste de dos colores que por muy chocantes que parezcan se complementan entre sí. Son tonalidades que llegan a dar vida y luz a un otoño que se encuentra plasmado de colores más apagados.Abrigos, chaquetones tres cuartos, trajes de chaqueta, levitas…
Marcan tendencia toda la gama de colores que imitan a los tonos de la naturaleza, y recorren el arco iris de los marrones, beis, siena, teja, camello, mostazas, ocres….. No hay tendencias específicas para ellos. Se incorporan a cualquier estilo o tema de moda, plasmados igual en abrigos que en chaquetas, faldas, chalecos o pantalones. Para mezclarlos, el resultado es bueno tanto si se combinan entre sí como si se plantean como opción monocolor. Suelen realizarse en telas nobles como cachemir, mohair, pura lana, ante, gabardinas, tweeds o cuero.
Se confirma el triunfo de las prendas largas y el punto se perfila como el ganador de la apuesta otoñal en todas sus versiones: vestidos largos, jerséis de estilo rústico.
El traje pantalón de inspiración masculina es el gran comodín para la mujer urbana, y la clásica blusa blanca el complemento estelar de la temporada. En esta línea ocupan posiciones destacadas colores como el gris, beis, marrón, chocolate, ocre, negro y verde musgo.
El vestido negro, eterno e inalterable, resulta imprescindible en el armario. Cubre todas las necesidades y resuelve el problema de qué ponerse cuando surge cualquier imprevisto. Largo o corto, se presenta en gasas, otomán de seda, encaje, punto con o sin bordados de pedrería, y escotes en forma de corazón.
No hay otoño-invierno que se salve, los cuadros mezclados o en solitario siguen en la brecha. Lo mismo da que sean los clanes escoceses, como los cuadros harris ingleses, que pueden combinarse entre sí con colores y dibujos distintos. Pero, no hay que olvidar que llegan a cansar.
Transparencias sí, pero con cuidado. En esta ocasión la tendencia es más sutil, sin afán de enseñarlo todo, sino sólo insinuar.
Las botas mantienen la tendencia adquirirá durante la temporada anterior.
La moda no son las tendencias sino la adaptacion individual de las mismas
Muy buena esta página. Como todo lo de vivefeliz. Gracias por vuestra magnifica y variada labor de investigación.