Para muchos turistas, las matrioskas son un recuerdo indispensable de Rusia, pero pocos conocen que su origen estaría en Japón y no sería hasta 1890 cuando llegan a Rusia.
El nombre le viene dado porque ‘Matriona’ (campesina) era el nombre femenino más común y proviene del latín ‘mater’ que significa madre, lo adaptaron y se quedó con matrioshka o matrioska. Mucho se dice sobre el significado de la matrioska y una de las versiones es que se creía que era un símbolo de alegría, prosperidad y sabiduría, ya que al abrirse, revelaba lo que cada una tenía dentro y eso se interpretaba como una simbología de la representación interior de las personas. Otras teorías afirman que la matrioshka significa fertilidad y maternidad debido a la herencia de su nombre. La versión clásica es aquella con forma de una mujer robusta vestida con ropas típicas rusas y un colorido pañuelo en su cabeza, y el número de muñecas que puede tener un conjunto es de 5 a 30, ¿te imaginas una con 30 piezas? ¡Increíble!
Cada artesano hace sus propias muñecas, todas diferentes y convertidas en piezas de autor con mucho valor. Tienen tanta importancia y fama que en 2001 se abrió en Moscú, el museo de las Matrioskas en el que se cuenta la historia de las mismas. Representan a las campesinas de Rusia, pero también a obreros, personajes históricos y enemigos del pueblo y esto lo hacen con una gorra y los brazos cruzados sobre el vientre en símbolo de protesta contra el régimen.