Hoy os vamos a hablar del páramo más grande del mundo. Al sur del municipio de Bogotá, pero sin salir de él, se encuentra Sumapaz. El de Sumapaz es el mayor del mundo porque su extensión es de ciento setenta y ocho mil hectáreas, y si una hectárea es un campo de fútbol podemos decir que caben ciento setenta y ocho mil canchas de balompié a cuatro mil metros de altitud.
Es un lugar mágico, frío, distante y, sobre todo, sagrado para los indios muiscas. Lo más duro es adaptarse a su clima, a la niebla constante, a la llovizna fría y penetrante que suele prolongarse durante horas, y que dan al ambiente y al suelo una humedad constante. Por algo los conquistadores españoles llamaron a este lugar el País de la Niebla. Las nubes están tan en casa que no se van, se aferran a los picos más altos, a las suaves pendientes, a los escarpados riscos, envuelven los valles o se plantan serenas sobre los tejados.
En el Páramo son frecuentes las formas vegetales propias de la selva andina, con especies florales bellísimas de arbustos propios de dicho ecosistema, y con nombres tan curiosos como siete cueros rojos, pegamosco o flor de mayo. El animal más representativo de la fauna del Páramo es el venado blanco y el oso. También habitan conejos y curí que son el alimento preferido del águila real, la más grande de las aves que actualmente habita el Páramo.
Y durante el siglo XX Sumapaz ha sido también un corredor de las FARC que comunicaba los grandes campamentos de las regiones del sur con los alrededores de la capital.
Las nubes sumergen el páramo en una neblina permanente, una neblina para que no olvide el visitante que en el páramo más grande del mundo hay mucho que arreglar y mucho que esconder.
¡Qué interesante!. El vídeo muy logrado también.