El artista italiano Peter Demetz moldea a mano trozos de madera de los que hace surgir figuras humanas, tan perfectas que, por momentos, parecen cobrar vida.
Sus temas preferidos, niños, mujeres y hombres dando la espalda a quien los contemplan, evocan un lenguaje corporal fuera de lo corriente. Su dominio del movimiento y sus conocimientos de la anatomía, le hacen ser un escultor de “primera línea”.
El tamaño va de los 50 hasta los 120 cms. de altura y sabe reproducir, como nadie, mechones de cabello, pliegues de la ropa y un sinfín de detalles, con tanta minuciosidad, que sus esculturas nos hacen pensar que estas figuras realmente existen.
Maravilloso, mi abuelo también trabajaba la madera, realmente increíble estas cosas que ponéis.
BRAVO!
Espectacular!. Qué realismo!