Se cree que este deslumbrante puerto de montaña, que une la región germanoparlante de Splügen y la región italoparlante de Mesocco, lleva utilizándose desde la época prehistórica. Situado en el extremo oriental de los Alpes occidentales a 2.065 m de altura, formó parte de una ruta comercial que tenía su origen en Génova.
Esta espectacular ruta ofrece vistas de lo mejor de Suiza: pequeños lagos de montaña, cascadas y extensos bosques de píceas. La carretera atraviesa varios pueblos alpinos, entre los que destaca San Bernardino, que bien merece una pequeña parada.
La ruta está dotada de curvas que parecen interminables, además de subidas y bajadas más propias de una montaña rusa que de una carretera. El trayecto incluye un túnel de 6,6 km de largo. La belleza de los Alpes es la carta de presentación que se ofrece durante la conducción, algo digno de admirar puesto que los impresionantes picos alternan con bosques de pinos, flores autóctonas y singulares humedales.
Sin lugar a duda, uno de los entornos naturales más hermosos de Suiza.