A raíz de algunos estudios recientes se ha tratado de convencer que la relajación que provoca acariciar a gatos, puede ser beneficiosa desde el punto de vista cardiovascular. Así que, ha sido una buena excusa para que los cafés de gatos sean tan populares en Japón, y existan en Tokio al menos 39 de ellos.
Sin embargo, el primer café de gatos en el mundo abrió en Taiwán en 1998 y en 2004 en Osaka.
Pero no sólo es un capricho de Oriente, porque el primer café de gatos de Europa, Cafe Neko, apareció en Viena (Austria) en marzo de 2012. Luego surgieron otros en Italia, Finlandia y como España no podía ser menos, en octubre de 2013, abrió sus puertas el primer cat café español, La Gatoteca, sede social de la ONG por la adopción de gatos ABRIGA.
Como es de suponer estos cafés de gatos deben tener una licencia especial y cumplir con estrictos requerimientos y regulaciones de la Ley de Tratamiento y Protección de Animales.
No cabe duda que, además del amor a estos felinos, los cat-cafés representan un reclamo turístico.