Un palacio que nada tiene que ver con su nombre: El Palacio Da Pena. Las brumas que rodean el Palacio, los juegos de agua y la exuberante vegetación de la Sierra de Sintra, en Portugal, hacen pensar que el lugar tiene algo mágico, lo que seguramente contribuyó a que Sintra fuera ya un lugar atractivo para los celtas, que la llamaron “Monte de la Luna”.
Desde lejos, los atractivos colores rosa y amarillo de su arquitectura destacan entre la exuberante vegetación. Estuvo habitado por la familia real hasta 1910, año en el que se proclamó la República y tuvo que salir del país el último rey portugués, Manuel II “El Desafortunado”.
El exterior el Palacio recuerda básicamente un castillo medieval, con un puente levadizo, balcones, ventanas, minaretes y garitas con abundantes motivos vegetales, geométricos y animales.
En el interior se conserva la decoración original, con elementos de épocas anteriores. Todo un lujo de habitaciones y salones destinados a las fiestas aristocráticas. Y por si fuera poco, rodeado del Parque Da Pena, una extensión boscosa de 200 hectáreas.
Con razón, el célebre poeta José Saramago, Premio Nobel de Literatura, describe como nadie en su “Viaje a Portugal” la impresión que produce en el viajero la visión de este Palacio, calificándolo como “El Paraíso”.
Esperamos que os guste el vídeo.