La nomofobia, considerada por algunos la enfermedad del siglo XXI, es un tipo de fobia, íntimamente ligada al uso de los teléfonos móviles. Su nombre proviene de la expresión inglesa “no-mobile-phone phobia” y se refiere al miedo excesivo e irracional a estar sin el teléfono móvil.
Los jóvenes son los más vulnerables a esta “móvil dependencia” exagerada, y así se ha demostrado que el 66% de la población británica padece ya de nomofobia y en España se estima que el 8% de los estudiantes universitarios también la padecen.
Es sumamente común, y seguramente te ha pasado, que cuando te olvidas el teléfono móvil en casa y sales a la calle, en el momento que te percatas de tu olvido sientes un poco de nerviosismo y una desagradable sensación de estar ilocalizable. Otra cosa son las personas que padecen de nomofobia, pues manifiestan síntomas marcados de enfado, ansiedad, inquietud, negación, sentimiento de culpa, ocultación o minimización del problema, malestar general y problemas de autoestima, aunque no todos se manifiestan a la vez ni con igual intensidad, lógicamente.
Aprendamos a disfrutar de la vida no creando esa dependencia y usando el teléfono móvil sólo cuando sea necesario.