Ser puntual aparte de ser una virtud, también es cuestión de educación. La persona que es puntual nos transmite un gran mensaje: Que respetas a la otra persona, que eres alguien en quien se puede confiar y que se puede contar contigo. La impuntualidad habla de todo lo contrario. Por supuesto que cualquiera puede no ser puntual a causa de un imprevisto. El problema surge cuando se convierte en un hábito y mostramos una falta de compromiso, cuando no de respeto.
Ahora bien, nos hemos preguntado alguna vez si la persona impuntual, ¿nace o se hace?. Comparándonos con los vecinos del norte de Europa, la puntualidad nos cuesta mucho trabajo. Este es un país la falta de puntualidad no está mal vista, donde uno llega sistemáticamente tarde a las reuniones con amigos o apuras el tiempo para evitar ser tú el que espere.
Actualmente whatsapp y similares son una bendición para los tardones, que cuentan con todas las facilidades del mundo para echar la culpa a otra cosa (desde el tráfico a la reunión de última hora) aunque no deja de seguir siendo una falta de atención, respeto o previsión, algo que con una simple llamada se gestionaría más correctamente.
Si estás en esa línea de “impuntual”, presta atención al vídeo que te mostramos. ¡ Algo te ayudará!, ¡ digo yo!.
Gran tema el de la puntualidad.