El término aporofobia representa la aversión a las personas pobres o desfavorecidas, independientemente de su raza.
Este sentimiento de repudia a los pobres está más arraigado en la sociedad de lo que se cree. Debe combatirse con educación y empatía.
El psicólogo Alfonso Sanz Ferrer nos deja claro que este rechazo se produce como respuesta a una determinada ideología que tiende a menospreciar a las personas que sufren pobreza.
Para luchar contra la aporofobia hay que enseñar y educar desde la infancia contra los prejuicios y comprender que la pobreza es algo terrible para quien la padece pero no es denigrante ni debería generar rechazo alguno. Hay que aleccionar a la sociedad más privilegiada económicamente de que alguien que sufre pobreza es también digno y aceptable, que merece un trato humano y respetuoso.
Dado que la aporofobia no es un trastorno mental, sino una actitud de repudio a una determinada situación social, no tiene tratamiento. Sólo respeto y sensibilidad.