Cuántas veces hemos repetido aquello de “Me oyes pero parece que no me escuchas”. Pues bien, podemos oír y podemos escuchar y, aunque son dos acciones que hacen referencia al sentido del oído, no significan exactamente lo mismo.
¿Sabes distinguir la diferencia entre oír y escuchar?
Para la Real Academia de la Lengua oír es “percibir con el oído los sonidos”. Por tanto, oímos todo aquello que llega hasta nosotros, queramos o no.
Por su parte escuchar consiste en prestar atención a los sonidos que nos llegan; procesamos ese ruido y sacamos conclusiones de él. Algo parecido pasa con los verbos ver y mirar; la diferencia reside en la atención que se presta.
A la hora de preguntar a tu interlocutor no es lo mismo decir “¿me oyes?” que “¿me escuchas?”. Con la primera queremos saber si el sonido le llega. Por ejemplo, al teléfono: si hay problemas técnicos el sonido puede no llegar y por tanto no nos oye a pesar de estar atento a la línea. Paradójicamente está escuchando (pone interés) pero no nos oye (no percibe nuestra voz con el oído).
Igualmente, un profesor en clase siempre pedirá a sus alumnos que le escuchen. Un estudiante en clase oye la voz del maestro, sabe que está hablando, pero si no presta atención, no está escuchando y no se enterará de nada.
Una vez más queda demostrado, por sus matices, la riqueza de nuestro idioma.
exactamente
genial,eficaz yeficiente la explicacion