Esta expresión tiene un origen marinero como muchos otros refranes populares que hacen referencia a los peces, sus características y su forma de vida.
Nos recuerda que tanto para peces como para seres humanos, abrir la boca más de la cuenta o a destiempo entraña un serio peligro: al igual que el pez es atrapado al morder el anzuelo, la persona que habla en exceso termina siendo víctima de su propia verborrea. De hecho, según el académico Julián Marías, el refrán completo en castellano sería «por la boca muere el pez y el hombre por la palabra».