Resulta bastante difícil visitar Portugal sin llevarse en la maleta un sinfín de regalos como vinos, cerámica e incluso las míticas toallas. Pero sin duda el regalo al que nadie puede resistirse y que se encuentra en cualquier tienda de la geografía portuguesa es el conocido como Gallo de Barcelos.
Pero ¿qué tiene de especial el Gallo de Barcelos?. Lo primero que debemos decir es que se trata, sin lugar a dudas, de uno de los símbolos nacionales de Portugal y significa Serenidad, Fe, Confianza y Honor. Asimismo, dicen que, si lo adquirimos y lo colocamos en nuestra casa, tendremos muchísima suerte.
Además de ser una pieza decorativa que nos traerá suerte, este gallo cuenta con su leyenda particular. Según cuenta la historia, un peregrino gallego se dispuso a salir de Barcelos, hermosa ciudad del distrito de Braga, rumbo fijo a Santiago por el conocido Camino de Santiago que sale desde Portugal.
Durante el camino, el hombre fue acusado de haber robado el dinero de un terrateniente. Esta acusación lo condujo directamente a la horca. No había esperanza para el peregrino, sus días estaban contados.
El hombre pidió como última voluntad ser llevado por última vez ante el juez, el cual se encontraba en ese preciso instante comiendo un gallo asado. El peregrino suplicó por su vida y le dijo que como prueba de su inocencia conseguiría que el gallo que se estaba comiendo se levantara y se pusiera a cantar. El juez lo ignoró por completo echando a un lado el plato que estaba comiendo.
En momento en que iba a ser ahorcado, el gallo se levantó y comenzó a cantar. El juez se dio automáticamente cuenta del error que había cometido, corrió hacia la horca y descubrió que aquel hombre gallego al que había mandado a la horca se había salvado gracias a un nudo mal hecho.