La población de Valls (Tarragona) se prepara para rendir homenaje a su hortaliza más apreciada : el calçot. La fiesta se celebra el último domingo de enero.
Todo comenzó hace más de 100 años en algún lugar de la comarca de l´Alt Camp. Fue seguramente en uno de esos inviernos apaciblemente fríos, solitarios y limpios, Xat de Benaiges, un ciudadano de Valls, recolectó los brotes de cebolletas blancas y probó a asarlas en la parrilla a fuego vivo sobre brasas de sarmiento.
Este exquisito producto se cultiva en pleno corazón de la Ruta del Cister, a lo largo y ancho de sus bellas tierras y paisajes. El ritual de toda calçotada comienza con la delicada operación de cortar las hojas verdes y las raíces con sumo cuidado. Luego se reparten los calçots ordenadamente sobre las parrillas, donde el fuego, bien organizado y vivo, se encargará de asarlos hasta que estén blandos por la punta y totalmente negros por la parte de fuera. Se guardan bien envueltos en papeles de periódicos para mantener el calor, y ya están listos para que los comensales comiencen a degustarlos, cada uno con su correspondiente babero para no ensuciarse. Se comen tradicionalmente de piel y la cantidad depende de la experiencia y el hambre. Se pueden consumir de 20 a 30 calçots.
La salsa que acompaña a los calcots lleva los siguientes ingredientes básicos, para cuatro personas: 100 gramos de almendras tostadas, 30 gramos de avellanas tostadas, 4 ó 5 tomates rojos asados, 1 cabeza de ajos asados, 80 cl. de aceite de oliva, ½ vasito de vinagre, 1 pimiento seco o pimentón dulce, perejil y sal, y todo ello bien picado en el mortero o con la batidora hasta que su textura sea lo suficientemente espesa. Una buena calçotada se complementa con carne de cordero y longaniza o morcilla a la brasa y los postres ( naranjas, crema catalana y productos de pastelería).
Es un arte que se ha transmitido de padres a hijos y las majestuosas masías que salpican las zonas rurales en Cataluña son el escenario perfecto.
Es todo un rito.pero están divinos.
Están buenísimos. No dejéis de probarlos.
Magnifico reportaje. Hay mucha gente que no los ha probado, pero están de vicio!!!!!.
De este año no pasa de darme un homenaje de calçotada