Cuba: auténtico museo de coches

Americanos clásicos, sobre todo de esa Edad de Oro que fueron los años cincuenta, y su color y estado de conservación han establecido una sintonía especial con los edificios circundantes, pues ambos han desafiado la lógica y los embates del tiempo”, dice el arquitecto británico Norman Foster en el libro Havana, Autos & Architecture.

Se calcula que cerca de 70.000 vehículos estadounidenses fabricados antes de 1959 circulan hoy en la isla. Espléndidos modelos de Chevrolet, Cadillac, Pontiac, Dodge o Mercury pintados de azul, turquesa, rosa o blanco. Los más mimados, auténticas piezas de museo rodantes, desfilan cada día por las zonas turísticas de La Habana, como la plaza frente al Capitolio.

Para mantenerlos operativos hasta el día de hoy los cubanos tienen que ingeniárselas, para conseguir los repuestos o sustituirlos por piezas parecidas que ellos mismos fabrican.

Y así como reemplazan las piezas o la sustituyen por otros que ellos mismos fabrican;  de igual forma con esa misma particularidad que caracteriza al cubano, así mismo le pusieron un nombre popular a este tipo de vehículos, ALMENDRONES.

Pasear por la ciudad en ellos se ha convertido en la atracción fetiche de los turistas, pero también de los cubanos, que los eligen sobre todo en ocasiones especiales como la celebración de bodas.Son joyas del diario vivir cubano.

No hay duda que los carros antiguos que transitan hasta hoy en día por Cuba, son prácticamente unos museos rodantes.

 

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.Uso de Cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies