Situado en la Provincia de León, (a unos 90 Km. de la capital), llegar a Lois ya es un disfrute, pues la carretera discurre por una pequeña garganta y el pueblo está situado al final, donde el valle le gana terreno a la roca. Los hayedos de Llorada y El Jaido, el valle de Pandiella y los picos El Águila, La Holla y Castaño, dan vista a las zonas de Mampodre, los valles del Alto Porma y el Valle de Riaño respectivamente.
Lo más significativo es su Iglesia Parroquial, construida a la entrada del pueblo, con un aire herreriano carente por completo de detalles exagerados y que se nos presenta como una obra monumental de gran sencillez y austeridad. Esta construida con un mármol rosa veteado y conocida como la «Catedral de la Montaña». Tanto la iglesia como el pueblo de Lois fueron declarados «Bienes de Interés Cultural» por la Junta de Castilla y León en julio de 1992.
Otros edificios interesantes son la Cátedra de latín de Lois, fundada en 1742, y que durante siglos atraía a sus aulas, por su prestigio, a todos los jóvenes de la Montaña Oriental. La Casa del Humo, es un edificio singular, una típica vivienda montañesa que conserva una curiosa formación de sarro en su techo, producida por el humo que se hacía en su interior para protegerse de los fríos inviernos, y que tenía el “hogar típico” en medio de la casa sin chimenea.
Pueblo pequeño pero que en otros tiempos fue habitado por numerosas familias poderosas, como lo prueban sus muchas casas solariegas con sus correspondientes escudos que adornan las fachadas.
Realmente merece la pena darse una vuelta por este pueblo de León, por su enclave paradisíaco y su vistosa y original “ Catedral de La Montaña”.
Bonito, sí, pero complicado hasta que se llega a él. Merece la pena.
Recomiendo visitarlo en otoño, por el paisaje. En invierno el acceso se hace imposible.
Yo conozco este pueblo y os lo recomiendo. ¡Merece la pena una escapadita!
Precioso este pueblo.