Mongolia, la tierra del mítico Genghis Khan, es uno de los países más fascinantes de Asia oriental. Enclavada entre Rusia y China y desprovista de salida al mar, la República de Mongolia tiene el privilegio de poseer una riqueza orográfica sin igual. La originaria meseta esteparia, los impenetrables bosques siberianos, impresionantes montañas, el infinito desierto del Gobi o su incomparable cielo azul son sólo algunas de las joyas que esconde este extenso país. Con una variada y originaria fauna, como el caballo salvaje mongol, la oveja argali o los camellos bactrianos del desierto del Gobi. 
En Mongolia toda la vida gira alrededor del yak: se hace queso con su leche, se utiliza la piel para el abrigo y sus excrementos como combustible. De ahí que sea normal que cada año haya un festival dedicado a este animal. En las provincias del norte se realizan varias pruebas como rodeos, pruebas de ordeño e incluso concursos de belleza.
Para los hombres uno de los puntos álgidos son las carreras de yak, que se limitan a los 2.000 metros de distancia puesto que estos animales no pueden mantener una velocidad muy alta en distancias largas.